El Pasado jueves 11 de febrero, el candidato presidencial por la coalición, PAN-PRD-MC Ricardo Anaya Cortés, denunció al Gobierno Federal a través de un video en su cuenta de Facebook, afirmando que lleva varios días siendo seguido por miembros del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN).
En dicho video, el aspirante presidencial muestra la forma en que un Jeep lo sigue en su viaje de Coatzacoalcos a la CDMX. Al bajarse del coche y acercarse al conductor del Jeep, éste da su nombre y se identifica como agente del CISEN.
Más tarde el mismo día, Anaya compartió fotos en sus redes sociales de otros vehículos sospechosos que lo han seguido a manera de espionaje en los últimos días y pidió una explicación al Ejecutivo.
Tras las acusaciones realizadas, el Secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, dijo en conferencia de prensa que, si bien los agentes del CISEN siguen a todos los precandidatos, esto es con la intención de dar seguimiento a sus actividades y por ello no puede ser considerado espionaje.
Considerando que objetivo del CISEN es “generar inteligencia estratégica táctica y operativa que permita que permita preservar la integridad, estabilidad y permanencia del Estado Mexicano, dar sustento a la gobernabilidad, y fortalecer el Estado de Derecho”, así como alertar y proponer medidas de prevención, disuasión, contención y neutralización de riesgos, según su sitio web, vale la pena reflexionar si es o no correcto que se destine recurso público para vigilar a quienes aspiran a gobernar al país.